Wednesday, September 21, 2005

¿QUIÉN QUIERE VIVIR PARA SIEMPRE?


El Comité Revolucionario está llegando a Sirio. El planeta Prometeo será la nueva sede del Gobierno de Mundos. La nave Antorcha trabaja por encargo de los líderes que dirigirán la Confederación Planetaria. Gunter Heinz sigue a la avanzadilla, sus mercenarios y él han participado en varias revoluciones. Todas ellas eran el heraldo del nuevo orden definitivo... hasta que surge el verdadero nuevo orden definitivo, claro.
La nave Antorcha es el típico cilindro que obtiene su gravedad mediante giro, pero sus veinte años de uso han deteriorado los rodamientos. Una vez más, la tripulación se encuentra flotando en gravedad cero por un fallo de los mismos.
- Capitán, esta nave es pura chatarra - dice el Segundo de abordo, el Teniente de Mercenarios BreakTool.
- Después de este negocio podremos comprar una nueva, Break. Eres una rata del espacio con la suficiente experiencia como para haber aprendido a cagar en los servicios de emergencia. ¿A que vienen estos remilgos?. - El Capitán Heinz sabe perfectamente a lo que se refiere Break.
- Ya sabes, los muchachos piensan que una travesía sin una buena partida de Póker trae mala suerte.
- Nos pagan por llevar material valioso para el Comité Revolucionario, y es lo que tenemos que hacer. No tenemos repuestos, esta vez nos tendremos que aguantar.
- Podríamos mirar en la bodega de carga, seguro que encontramos algo de utilidad. - insiste Break.
- Es mejor que no toquemos nada, no se que cargamento llevamos pero no es de nuestra incumbencia. - El Capitán va perdiendo convicción. ¡Que cojones!, un marino que no es supersticioso no es un marino. Con un gesto le da su aprobación a su Segundo.
El resto de la tripulación, Larry y Ramírez, tienen la mirada perdida, es increíble que vayan a llegar a su destino sin la partida sagrada de rigor. El Capitán no les ha dicho que Break va a intentar solucionar el problema, no quiere que se hagan ilusiones. Al cabo de tres horas notan una fuerza que les estampa contra el suelo. Larry cae desde tres metros de altura pero lejos de quejarse grita:
- ¡Partida, partida!-
Al poco rato aparece un sonriente Break haciendo el símbolo de la victoria.
- No te lo vas a creer Capitán, en la bodega había una caja con doscientos rodamientos del tamaño apropiado. No se para que los quieren estos revolucionarios, la mayor parte de la carga son bases de datos y material informático. A lo mejor en lugar de un gobierno quieren montar una noria.
- Espero que no tengamos problemas. - le responde Heinz con cierta preocupación.
- ¡Bah!, he metido los viejos en su lugar. No se en que máquina querrán emplearemos. Algunos casi no están achatados y los he colocado en la caja los últimos por si le dan un vistazo al llegar. Para cuando se den cuenta ya habremos cobrado y estaremos lejos. Además, puede que ni siquiera les interese. Lo que tiene valor , supongo, será la documentación. Ya sabes, dosieres con nombres de peces gordos que serán purgados, etc. La misma mierda de siempre cuando hay cambio de gobierno. Por cierto, también he encontrado una pieza para sustituir el eje de la auto cocina, ya sabes, me hace ilusión que el mecanismo giratorio del mueble-bar vuelva a chutar. Tranqui, le he dado a la pieza vieja un barniz de plasti-reflex y no van a notar nada. Insisto en que esas cosas deben de estar aquí por error, puede que ni siquiera sean suyas y pertenezcan a un encargo anterior.
La timba lleva horas funcionando. Las manos se suceden hasta la típica partida en que se van subiendo las apuestas.
- ¡Mierda Capitán! - dice Ramírez - , no estoy en condiciones de igualar la apuesta, yo iba de farol, pero pagaría por saber que llevas.
- Si lo quieres saber pon la pasta, si no, te llevarás la duda al retrete. - La sonrisa del Capitán es una media luna de satisfacción.
- Tu ganas , como siempre. - Ramírez tira su trío de jotas y el Capitán mezcla las suyas con el mazo, después de retirar las ganancias henchido de felicidad.

En Nueva Marsella, la ciudad mas importante de Prometeo, les espera el contacto de la Revolución. A pesar de las noticias que han oído al llegar, el enlace no tiene cara de preocupación.
- Le advierto señor Sierpe que nosotros queremos cobrar por nuestro trabajo de todos modos. - El Capitán pone cara de duro al decir esto, pero en el fondo no las tiene todas consigo.
Sierpe se ríe mostrando sus dientes asquerosamente púrpuras de acorde con la moda local.
- Capitán, lo dice por que ha oído que fuerzas gubernamentales han destruido muchas de nuestras naves y que probablemente la mayoría de los guías de la Revolución habrán muerto. No hay problema, los líderes de la Revolución no viajaban en ninguna de ellas. - Sierpe saca una esfera de su bolsillo.
- ¿Sabe lo que es esto, Capitán Heinz?.
- ¡Coño!, ¿una pelota?, - responde como diciendo “¿cree que soy imbécil?”.
- No señor - contesta triunfante - , no señor. Esto es una U.T. S. M., o coloquialmente una Utsim, Unidad de Transferencia Sináptica Metaestable. Es, para aquellos que se lo puedan permitir, la puerta de la inmortalidad. Mediante el software único que tenemos en una barra de datos, transferimos la conciencia a esta unidad nanotécnica estándar. Estas esferas de datos se pueden adquirir en cualquier tienda de informática, pero la programación que lo hace posible pertenece a la Revolución.-
Sierpe se dirige al material descargado en el muelle y abre la caja de rodamientos.
- Mire esto Capitán, las fuerzas gubernamentales no podían pensar que un cascarón como la Antorcha, y no se ofenda, fuera una pieza importante, pero en esta caja viajan transferidos las mentes más preclaras de la Revolución. Creen que han vencido, pero mañana implantaremos las memorias de nuestros líderes en los cuerpos cultivados que tomaran el poder del Parlamento. ¿Ve esta barra? -señala el eje viejo de la Auto-cocina barnizado con plasti-reflex -, aquí está el software que hace la transferencia posible. Es única, su autor sufrió un desgraciado accidente. Como le he dicho, las esferas de datos están al alcance de todos. Cultivarse un clon para repuestos también, pero si te transplantas un cerebro dejas de ser tu mismo y la vida alegre hace que el original se deteriore tarde o temprano. Con está barra podemos implantarnos en un cuerpo nuevo, cerebro incluido, pero con nuestra conciencia intacta. Ahora la Revolución podrá comprar voluntades a cambio de una “baratija” como la inmortalidad y nosotros tendremos el monopolio. Puede que a cambio de nuevos servicios , el Comité Revolucionario le pague algún día con la posibilidad de transferirse.
- No aspiro a durar para siempre, señor Sierpe, me conformo con ganar mis honorarios y vivir a tope con mi viejo cuerpo. - contesta Heinz con tranquilidad mientras mete sus manos en los bolsillos para ocultar un imperceptible temblor.
- Hay gente para todo - se encoge de hombros el enlace de la Revolución -, en fin, aquí esta lo convenido y salud para disfrutarlo en la Nueva Era.
- He visto unas cuantas Nuevas Eras, señor Sierpe. - No se resiste a responder el Capitán.
- Pero ninguna tenía una golosina tan dulce que vender y con la que comprar a lobbies enteros, Capitán Heinz. - Sierpe enarca las cejas con suficiencia.
- Adiós señor Sierpe. - camina tres pasos hacia la lanzadera que le llevara a la Antorcha, donde le espera la tripulación , y antes de subir se vuelve y grita:
- ¡Salud y Revolución!.
El señor Sierpe le responde de igual modo, llevandose los pulgares a las sienes. Eso si, de una manera más marcial, con los puños cerrados; con las palmas abiertas casi parece una burla. ¡Paletos mercenarios del espacio!.

En la Antorcha todo es alegría cuando ven el dinero que han ganado por el transporte.
- No han notado nada , ¿verdad Capitán?. Ya dijo el Teniente Break que posiblemente esas piezas estaban ahí por error. Todo el mundo sabe que para los políticos lo más importante es la información. ¿Para que van a querer piezas de maquinaria? - Ramírez está que se sale de contento con sólo pensar en su ruta turística por los lupanares de lujo de la Confederación de Mundos.
Break hace un gesto teatral de tristeza y dice:
- ¡Qué pena!, que vayamos a deshacernos de está nave para comprar una nueva cuando le acabamos de cambiar los rodamientos.
- No sufras - dice el Capitán - , nos llevaremos la Auto-cocina como recuerdo.
- Si - Break vuelve al tono de falsete - , eres muy considerado. Es una muestra de aprecio por el tiempo que dediqué en arreglar su eje.
- Eso Break - le confirma Heinz - , no te olvides del eje. Por cierto, que a la vieja Antorcha le haremos un entierro Vikingo dirigiéndola hacia el sol de Nueva Oslo, hay que ser considerados.
La botella de Whisky se queda flotando en gravedad cero como el resto de la tripulación.
- ¡Joder!, los rodamientos nuevos han fallado, no lo entiendo, tenían buena pinta. - se cabrea BreakTool.
- ¡Qué se puede esperar de unos políticos de mierda! - dice divertido el Capitán.
La tripulación no entiende nada. Ramírez está pensativo en su pausado flotar y finalmente suelta:
- Capitán, en este viaje nos vamos a quedar sin partida.
- Ya la hemos jugado, Ramírez, y con una mano tan buena y verdadera como la que tuve contigo. - se ríe Heinz ante la incomprensión del resto -
- Bueno, pongamos música para celebrar que somos ricos - dice Larry para romper el hielo.
- Yo la elegiré - se adelanta el Capitán - , hoy me apetece música antigua, pongamos a Queen. Cuatrocientos años no son nada para la buena música.
“Who wants, to live, forever...”.